Ana María L.Prieto
Mágico y Sublime, hasta hoy...
La hostelería, es más qué un servicio público y necesario.
En ese local, hasta hoy, la Calidad, ha primado en todos los sentidos.
Lo penoso, es, consentir, qué quién no debe, ni sabe, llevar bandeja y delantal, sirva y lleve la osadía y falta educación y respeto, y salga impune.
De todo él gran equipo, qué brilla en
Brigantium, hoy, se deshizo él postre.
Jamás, he sentido tanta vergüenza ajena.
Tan poco profesional (Dudo tenga certificado hostelería), vapuleando hasta en 3 ocasiones,con faltas respeto, inoportunas, denigrantes y graves.
Obvio, no miro ni miraré hacia otro lado, ni hacer caso omiso.
Lo qué no quiero para mí, no se lo deseo A NADIE.
Me reitero, sólo ha sido hoy, y un camarero, qué está a mil años luz, de valer, y tener certicado profesionalidad.
Ojalá, se haga justicia.
Cuídense
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