Sopelana, Spain
Gatzarriñe Kalea, 5,
N/A
Good for kids
Wheelchair-accessible entrance
Garito de trasnochados, gente que se cree joven para toda la vida. Buen sitio si quieres que te insulten y vejen hasta la saciedad. Poco respeto a las personas mayores, p...vieja o abuela es lo mas bonito que he escuchado. A boxear no aprendes, y mucho menos mejora tu autoestima. Si eres masoca, este es tu sitio. Se salva el perro que es un amor, y te limpia el sudor de las piernas tras el entreno.
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Una escuela donde aprenderás a recibir golpes a encajar derrotas y a sucumbir ante tus miedos. Los profesores tienen el suficiente nivel como para formarte en aguantar palos de un guardia civil. Sales preparado para enfrentarte a cualquier contrincante en el club de la lucha. Entre siendo un firularis, ahora soy un titán un mastodonte un señor de la guerra. Mi única pega es el algodón que usan en sus toallas, son muy rugosas al usar un suavizante de mala calidad. Les doy un 6/10
El entrenador "El maki de baraka" su nivel de desagradable es impresionante. Cuando alguien llega tarde le insulta y le grita. Parece ser que de niño se traga un silbato. Si quieres que tenga un trato cordial contigo, de una manera sutil .... te obliga a llevarle comida o no entrenas tu hora completa. Pagas la cuota y la comida del zángano ese.
Cometí el error de apuntarme a este gimnasio. Tardé unos meses en darme cuenta de que todos los que estaban allí apuntados tenían el síndrome de Estocolmo. Yo después de 6 meses de terapia empiezo a encontrarme un poco mejor aunque todavía tengo pesadillas y me levanto empapado en sudor pensando que llego tarde al entreno. Estoy pensando en pasarles la factura de mi psiquiatra pero de momento no estoy totalmente recuperado como para volver a acercarme a ese antro de perversión. Me han inducido a hipnosis y no han conseguido sacarme ningún dato coherente, solamente algo de unos gritos, unos platos de comida, un silbato y un perro. De lo del síndrome de Estocolmo todavía no me he recuperado porque a pesar de esto que cuento estoy deseando volver. Echo de menos a esos maltratadores, necesito un tratamiento más agresivo, quizás electroshock.
La verdad que se aprende a gritar a un saco y darle hasta reventarlo, sirve de terapia y le sale a uno mas barato que un psicólogo. En cuanto al tal Rivero ese, los días que no viene borracho no grita demasiado. Por lo demás mal rollo y mucha mal compañerismo entre alumnos
Entré con sobrepeso y salí con obesidad mórbida. Sin duda, mi gimnasio favorito, que si no puedes hacer deporte, puedes atiborrarte a comer. Los días malos (la mayoría) sufro maltrato por parte de los entrenadores, y a duras penas salgo por mi propio pie (y eso cuando no sueltan al perro, esas veces, me dejan pasar la noche ahí porque pierdo la conciencia). El primer día me regalaron una camiseta que no me valía y unas vendas usadas, un gran detalle por su parte. El gimnasio es pequeño y maloliente, aunque lo del olor es entendible teniendo en cuenta los charcos de sangre y vómito. Do fondo ponen música satánica de gritos y así, bastante insoportable. Valoración: 10/10
Yo sigo yendo porque siempre hay tortillas y pasteles, y para quitar el gusanillo está bien. Los entrenadores son unos frasantes y no te enseñan ni a dar un puñete. La gente que acude a entrenar también es bastante desagradable, pero bueno, es peor morirse.
Escuela de boxeo... más parece un programa de masterchef!! Todos los días platos diferentes y variados, eso si, se lo comen todo los senseis. A veces nos dejan los restos o las cosas que no le gustan (por ejemplo las empanadas) y como tenemos que pelearnos con el perro por ellas, quieras que no mejoras en relejos y agilidad. Ahora, lo que es boxear... estamos todavía con el 1-2 y no te creas que me queda claro cual es cual... De lo demás no nos podemos quejar, poque si nos quejamos llega el calvo con el paluco y nos muele a golpes. En fin, voy a ver si me preparo y voy, que si llego pronto igual todavía queda algún pastel.
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